martes, 4 de enero de 2011

LA MUSICOTERAPIA TODA UNA APORTACIÓN.

 
En la mayoría de los centros donde funciona la integración, encontramos alumnos con necesidades educativas especiales, que reciben apoyo en su aprendizaje por maestros de educación especial. Estos mismos alumnos, asisten a clases de música impartidas por un especialista que en muchas ocasiones no poseen formación suficiente para ser capaces de afrontar el reto de integrar en una clase numerosa y de corta duración a este tipo de alumnado. Estamos de acuerdo en que es muy difícil realizar este trabajo en el aula de música pero sin embargo, la música puede ser utilizada como un elemento terapéutico y reeducador en los distintos grupos de educación especial. Para ello, el maestro de música es un elemento muy importante en el asesoramiento del maestro de educación especial y los demás profesionales del centro sobre como usar la música para resolver problemas específicos que presenten ciertos alumnos y mejorar su rendimiento escolar.
Para ello, seria necesario conocer las posibilidades de la musicoterapia en educación especial. Según Conxa Trallero Flix, profesora del departamento de didáctica de la Universidad de Barcelona, “la musicoterapia esta relacionada de alguna manera con la educación musical ya que utiliza algunos de los métodos de la educación musical activa desde la perspectiva de provocar cambios en la conducta. No obstante, la musicoterapia esta más cerca de la psicología que de la educación musical, a pesar de que pedagogos como Edgar Willems (1984) ya propugnaba en su libro Bases psicológicas de la educación musical los beneficios terapéuticos que ofrece la música asociada a la educación: fisiológicos, psicofisiológicos, sensomotrices, preceptúales, cognitivos, conductuales, musicales, emocionales, comunicativos, interpersonales y creativos”.
Podríamos decir que la musicoterapia y la educación musical están relacionadas a través de la metodología utilizada (activa, vivencial, participativa), en la utilización de los mismos elementos musicales (sonido, ritmo, melodía) y medios sonoros (cuerpo, objeto e instrumentos). Sin embargo, existe una clara diferencia entre ellas que serían las metas a conseguir, ya que para la educación musical el objetivo es la música en si misma, su conocimiento y disfrute, mientras que en la musicoterapia la música es un instrumento no un fin en sí misma.
Lo importante en musicoterapia es el proceso que sigue el alumno, lo que pone en juego mientras canta o toca, no importando tanto el resultado sino aquellos que siente o expresa cuando intenta cantar, el esfuerzo de atención, dicción y control (que dependerá de la discapacidad) que realiza al usar su voz y la gratificación que produce compartir una actividad con el grupo.
Por tanto, entendemos la musicoterapia como el arte de comunicarse por medio de los sonidos creando un espacio de relación interpersonal idóneo para el proceso de curación.
Por medio de la improvisión y de la ejecución musical mostramos nuestra personalidad y podemos conocer la de los otros, sin las barreras de las convenciones sociales o del lenguaje. En los casos de alumnos con deficiencias mentales graves, en las que no es posible una comunicación verbal, la música representa la única posibilidad de establecer un diálogo y ayudarles a delimitar unas pautas de comportamiento.
La musicoterapia tiene las siguientes aplicaciones:
-      Discapacidades sensorial (ceguera y sordera), físicas y mentales. Parálisis cerebral.
-      Neurosis, Psicosis y autismo. Psicopatologías en centros psiquiátricos.
-      Alteraciones neurológicas.
-      Inadaptación y marginación. Problemas de conducta de niños y adolescente. Trastornos de la alimentación.
-      Drogadicción. Alcoholismo.
-      Geriatría.
-      Profilaxis del dolor (intervenciones quirúrgicas, odontología, partos).
-      Rehabilitación muscular y tratamientos psicomotores de diferentes minusvalías.
-      Soporte psicológicos en enfermedades graves y terminales.
-      Relajación. Crecimiento personal.
-      Como terapia de soporte en problemáticas familiares y de pareja.
-      Como terapia grupal y para superar la timidez y la inhibición y avanzar en la expresión y comunicación.
Por todo lo anteriormente dicho, animamos desde estas lineas a los profesionales y futuros profesionales de educación especial, a acercarse a la musicoterpia como un recursos a tener en cuenta con sus alumnos.

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