lunes, 21 de febrero de 2011

MITOS SOBRE LA ESQUIZOFRENIA


-       Los padres no son culpables de la enfermedad: No se han encontrado evidencias que demuestren que el entorno familiar o un mal cuidado de los padres origine la esquizofrenia en los hijos. Los padres no sólo ven los cambios de personalidad en su hijo y sus ambiciones destruidas por la enfermedad, sino que a veces se sienten culpables de haber causado la enfermedad.
-       Las personas con esquizofrenia no deben permanecer ingresadas: En general, los enfermos atendidos en la comunidad evolucionan mejor y durante más tiempo que los que se tratan en el hospital. tanto las opciones innovadoras de hospitalización, como también los nuevos medicamentos y los programas de cuidados globales en la comunidad, generan resultados altamente efectivos, haciendo posible la vida fuera de los hospitales psiquiátricos de muchos pacientes que antes eran considerados crónicos e incurables.
-       Las personas con esquizofrenia no son discapacitados psíquicos: Aunque a veces se confunde a las personas con esquizofrenia con quienes tienen discapacidad mental, se trata de dos situaciones muy distintas. La esquizofrenia empieza en la adolescencia o al principio de la edad adulta.
-       La esquizofrenia no es un trastorno de doble personalidad: La esquizofrenia no es un trastorno de personalidad múltiple ni de doble personalidad, es una enfermedad cerebral grave.
-       La drogadicción no causa esquizofrenia: La drogadicción por sí sola no causa esquizofrenia, aunque el consumo de estas sustancias empeora la evolución de la enfermedad. Es posible que la drogadicción precipite el inicio de la esquizofrenia en aquellas personas que de cualquier manera hubiesen desarrollado la enfermedad.
-       Las personas con Esquizofrenia suelen ser violentas y la cárcel es el lugar donde deberían estar: Estas personas no son más violentas que el resto de la población. No deberían estar en una cárcel, ya que podrían empeorar si se les castiga o confina injustificadamente, más aún incluso que las personas normales.
-     Quienes sufren Esquizofrenia no se recuperan nunca: No presenta mayoritaria ni indefectiblemente una evolución desfavorable: muchos pacientes pueden beneficiarse extensamente con los tratamientos hoy disponibles. Aceptar desacertadamente como verdad que la Esquizofrenia es siempre una enfermedad incurable induce, lamentablemente, a la desesperación, desesperanza, rechazo y abandono.
-       Las personas que padecen Esquizofrenia son incapaces de decidir sobre su propio tratamiento: En muchas circunstancias, pueden participar en la planificación para su tratamiento, facilitando así un mejor cumplimiento y resultados en el largo plazo.
-       La Esquizofrenia es contagiosa: No es una enfermedad contagiosa. A pesar de ello, esta opinión está muy extendida en el mundo, provocando que la gente evite el contacto con ellos y reduzca las posibilidades de vivir, trabajar y estudiar como cualquier otra persona en la comunidad. Este temor de la sociedad se extiende a los familiares, profesionales de la salud mental y a los propios centros asistenciales.
-       Que el tratamiento farmacológico de la esquizofrenia consiste solamente en la administración de tranquilizantes: Que calman al paciente pero no son eficaces contra la enfermedad. Tampoco eso es cierto. Los medicamentos  que disponemos hoy en día son cada vez más eficaces y con el tratamiento farmacológico adecuado los pacientes pueden llevar una vida normal o casi normal. De nuevo aquí destacar que las investigaciones han demostrado que cuanto antes se aplique el tratamiento médico mejores posibilidades tendremos de recuperación.
-       Hay otros conceptos erróneos: Tales como que la Esquizofrenia se origina por leer demasiados libros o estudiar sin descanso, por masturbarse en exceso o frustraciones amorosas. También es falso aseverar que son personas improductivas e incapaces de trabajar.

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