El curioso incidente del perro a medianoche, es una novela en la que se narran las investigaciones llevadas a cabo por un niño con un síndrome de trastorno de espectro autista, posiblemente un Asperger.
De una manera muy sencilla, el protagonista nos hace participes de sus razonamientos, ayudándonos a entender las limitaciones de personas con síndrome de espectro autista, al mismo tiempo que sus necesidades y sus peculiaridades.
Paralelamente a la historia que se relata, se desvela la crudeza del mundo que rodea a los niños con autismo, así como la realidad de su familia y entorno más cercano, la lucha de cada día por intentar ayudar a su hijo, y el continuo reto que supone vivir con una persona autista.
Además, a lo largo de la novela, se nos plantea el drama que viven a veces las familias con personas con discapacidad intelectual a su cargo, que es muchas veces la ruptura, debido a no saber adaptarse a la nueva situación que tienen que vivir.
Christopher Jones Francis Bones, como se llama nuestro protagonista, es un niño de quince años que vive en una localidad cerca de Londres, llamada Swindon. Christopher posee capacidades asombrosas, como puede ser recitar los números primos hasta el 7.507 o contar la teoría de la relatividad, sin embargo en aspectos tan sencillos para la mayoría de la gente como es el relacionarse con otros seres humanos o saber interpretar sus pensamientos o palabras, nuestro protagonista carece de habilidades.
Tiene la imperiosa necesidad del orden en su vida, que todo esté dentro de sus esquemas, y cualquier cambio en su rutina es para él un drama.
Asiste a un colegio de educación especial, por lo menos eso deduzco por el tipo de alumnado que describe Christopher, donde es ayudado a adquirir capacidades de autonomía personal, así como a saber desenvolverse en la vida. Además debido a sus altas capacidades en matemáticas, se está preparando para poder pasar el examen de bachiller de matemáticas.
Es capaz de llevar una vida de forma más o menos autónoma, pero su espacio de acción se limita al trayecto hasta la tienda y el camino al colegio, siempre que este se haga en autobús. Es decir, los alrededores de su casa.
No tiene amigos, y vive con su padre, ya que su madre les abandonó hace 2 años. Esto Christopher lo desconoce, ya que piensa que su madre está muerta, según le informó su padre días después de que les abandonara.
Incomprensiblemente, su vida va a cambiar al encontrarse con un acontecimiento que le hace salir de sus rutinas habituales. Descubre de casualidad que el perro de su vecina (la señora Shears), que se llama Wellington, yace muerto en el jardín de su vecina, y que al parecer ha debido de ser asesinado al tener clavado un horcón.
Este suceso lleva a nuestro protagonista a iniciar la búsqueda del culpable, siguiendo los pasos de su admirado Sherlock Holmes, es decir, intentado descubrir la verdad a través del análisis de los hechos. Pero lo que Christopher no sabe es que esta búsqueda le va a hacer conocer secretos familiares muy dolorosos, así como, le va a suponer salir de su mundo, que para él es predecible, y enfrentarse a un mundo que no comprende con las habilidades que posee.
A través de las páginas de este libro, se nos intenta adentrar en el mundo de los autistas, un mundo que es tan desconocido, y en el que viven muchas personas. Se nos muestra la vida vista desde los ojos de un autista. Sus dificultades para entender la complejidad de las relaciones sociales, su limitación en la teoría de la mente, su falta de empatía, su necesidad de orden y rutinas, su utilización de las personas para conseguir lo que quieren, sus estereotipias, sus deseos y sentimientos.
Desde un primer momento, el protagonista nos enseña su manera de razonar, su manera de enfrentarse a la realidad, sus miedos, sus angustias, sus seguridades, sus preocupaciones…
Cuando descubre el perro, tiene que enfrentarse a la policía, ya que su vecina al encontrarle con el perro entre sus brazos, llama a la policía, y esta le detiene por haber agredido al agente que sin conocer las particularidades de Christopher, se le aproxima y le toca, es decir, que irrumpe en su espacio vital sin el consentimiento de Christopher.
Es su padre quien tiene que ir a sacarle del calabozo, y a quien debe prometer que dejará sus investigaciones, o mejor dicho que no hablará con la señora Shears y que no preguntará sobre el perro. Pero el interés por descubrir el secreto del asesinato, hace que Christopher sin romper su juramento, al no hablar con la señora Shears y no preguntar sobre el perro y no entrar en las casas sin permiso, siga buscando la verdad sobre lo sucedido.
Todas sus investigaciones, las va a ir reflejando en un cuaderno que va escribiendo, siguiendo las indicaciones de una de sus profesoras, que se llama Siobhan.
Desafortunadamente este cuaderno cae en manos de su padre, que se enfada muchísimo debido a que se da cuenta que Christopher le ha desobedecido. Y como consecuencia, su padre le prohíbe seguir con ese asunto y le quita el cuaderno.
Pero nuestro protagonista no se da por vencido, y busca en la basura el cuaderno, y al no encontrarlo busca por toda la casa. Finalmente encuentra el cuaderno en el armario de su padre, junto a unas cartas dirigidas a él.
A pesar de que tiene miedo a que su padre se entere, decide coger alguna carta para leerla y descubre que son de su madre. En un principio no acaba de entender el significado de las palabras que le escribe en ellas su madre, pero poco a poco, descubre que esta no está muerta, y que vive en Londres. Estas cartas se las ha ido mandando durante estos dos años en los que Christopher pensaba que estaba muerta, pero su padre no se las había dado.
Este doloroso descubrimiento produce en él una reacción inesperada, no consigue dominar sus emociones, pierde el sentido y cuando llega su padre le encuentra en su habitación, cubierto de vómito y con las cartas.
Su padre se disculpa e intenta explicar la situación, le dice que su madre se fugó con el vecino, y termina confesando que ha sido él quien ha matado al perro. Esto hace que cambie el concepto que tiene de su padre, a partir de ese momento ya no puede confiar en él, se ha vuelto un asesino y además lo ha mentido.
Christopher siente que ya no está seguro con su padre, y en cuanto este se queda dormido, se escapa de su casa con su rata Toby y se esconde en el jardín. Ahora tiene que pensar que hacer, y después de analizar la situación y sus probabilidades decide pedir asilo a su vecina, la cual le hace demasiadas preguntas por lo que cambia de estrategia. Ahora su única opción es ir a Londres a casa de su madre, pero él nunca ha salido de su ciudad.
Lo único que conoce es como funcionan los trenes, ya que tuvo una maqueta de tren, así que decide ir a Londres en tren, y para ello tiene que utilizar sus rudimentarias estrategias para llegar hasta la estación, comprar el billete, coger el tren y llegar al domicilio de su madre que se lo sabe de memoria.
Después de una serie de incidentes, consigue exitosamente llegar a su destino, y sorprende a su madre. Ella le deja quedarse, pero su pareja no está muy de acuerdo. Esto unido a que pierde su trabajo por cuidar de Christopher y a que Londres es demasiado complejo para su hijo, hace que decida volver a Swindon.
Además Christopher desea presentarse al examen de matemáticas, cosa que finalmente conseguirá y en el que sacará un sobresaliente.
Finalmente la madre se instala en Swidon y encuentra un trabajo, con lo que el padre poco a poco se vuelve a acercar al mundo de su hijo, intentado ganarse de nuevo su confianza.
Desde estas líneas os recomendamos el libro para acercaros de una manera nueva al síndrome de Asperger.
Reseña bibliográfica:- Autor: Mark Haddon
- Título y subtitulo: El curioso incidente del perro a media noche
- Edición: Primera edición.
- Editorial: Salamandra
- Lugar y año de publicación: Barcelona, septiembre 2004.
- Nº de páginas: 268 páginas.
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