La última lección trata sobre un profesor de ciencias informáticas en la Universidad de Carnegie Mellon, llamado Randy Pausch, al que a sus 46 años le diagnostican cáncer de páncreas. Aunque inicialmente responde al tratamiento, la enfermedad termina cursando con metástasis, y se le forman 10 tumores en el hígado, suponiendo un pronóstico letal.
Randy, es un célebre profesor, especializado en realidad virtual, que ha pasado gran parte de su vida trabajando en el campo de la docencia. Además ha participado en proyectos para importantes compañías de E.E.U.U, como puede ser Adobe, Google e incluso Walt Disney.
Casado a los 37 años, y padre de 3 niños, el mayor de los cuales tiene 5 años, afronta esta última lección como un legado a sus hijos, con el deseo de que le recuerden como verdaderamente era.
Durante el desarrollo de su enfermedad, se da la circunstancia de que en la universidad en la que trabaja desde hace años, existe la tradición de que los profesores participen en un ciclo de “últimas lecciones”, es decir, se les pide a los profesores que se imaginen que no van a impartir más clases, y que consideren lo más importante que transmitirían al mundo en el caso de que dieran su última conferencia.
También a Randy se le propone, desconociendo las circunstancias particulares por las que atraviesa. Pero en esta ocasión, se pide a los profesores que en esta última lección reflexionen sobre su trayectoria personal y profesional.
Desde un primer momento, el autor afronta este momento como una oportunidad para poder enfrentar esta última etapa de su vida desde el optimismo, y el agradecimiento por todo lo que ha vivido, así titula su conferencia “Cómo alcanzar los sueños de la infancia”.
A través de los diversos capítulos del libro, en los cuales el Randy se adentra en como en su vida se han ido cumpliendo muchos sueños de su infancia, se invita a los asistentes a luchar por la vida, a superar los obstáculos, a hacer posibles los sueños de los demás y sobre todo a aprovechar cada momento como si fuera el único, ya que nadie sabemos el momento de nuestra muerte. A través de sus experiencias, se nos adentra en el alma de un niño, que a sus 46 años, sigue viviendo intensamente, y jugando de la mejor manera posible, las cartas que le ha tocado jugar.
Durante la lectura del libro, se aprecia cual es su visión de la educación, como él ve el potencial de cada persona, y como el profesor tiene que ser una ayuda para que la persona pueda desarrollarse íntegramente, y eso significa muchas veces corregir al alumno, decirle que esperas más de él. Para ello el protagonista habla de sus experiencias personales con su entrenador de la infancia, el entrenador Graham, y cita “me ayudó a comprender que si trabajaba suficientemente, con el tiempo sería capaz de hacer cosas que entonces parecían imposibles”.”Cuando ves que estás haciendo algo mal y nadie se molesta en decírtelo, tienes un problema….. A menudo tus críticos, son los que están diciendo que todavía te quieren, que se preocupan por ti y desean que mejores” (cap. 7 pág. 51).
Randy expone que este acompañamiento del profesor pasa muchas veces pasa por enseñar a los alumnos a juzgarse a sí mismos, “al final el mayor servicio que los educadores pueden prestar a los estudiantes es ayudarles a ser más autoconscientes.. A desarrollar la capacidad de evaluarnos a nosotros mismos” (Cap. 24, pág. 126).
“Ayudar a los alumnos para que desarrollen sus propios bucles de retroalimentación. Conseguir que acepten de buena gana juicios ajenos ha sido la tarea más ardua a la que me he enfrentado como educador…Cuando hablamos de fortalecer la autoestima, a menudo recurrimos a adulaciones vacías en lugar de a esa sinceridad capaz de formar el carácter” (cap. 24 pág. 129).
Según él, generalmente los éxitos no forman a la persona, sino los fracasos, es decir, saber afrontar las decepciones de la vida con una mirada nueva, constructiva. “La experiencia es lo que queda cuando no consigues lo que querías” (Cap. 39 pág. 167).
En ocasiones el confiar en los alumnos, en contra de todo pronóstico, y responder por ellos, hace posible que el alumno se vea reforzado y responda.
Y sobre todo uno debe mostrar con su persona, que todo se consigue a fuerza de trabajo, “Yo he descubierto que el mejor atajo es el camino más largo, que básicamente consta de dos palabras: trabajo duro….El trabajo duro es como el interés compuesto de los bancos. La recompensa se acumula más rápido” (Cap. 42. pago 176).
Pero el libro no sólo relata claves sobre cómo él entiende la educación, sino que muestra desde su experiencia las claves que le han servido para vivir la vida. Una de estas claves es fomentar los sueños, uno debe de soñar a lo grande, “Cuando llevas a la gente a la Luna, nos inspiras a todos para explotar al máximo el potencial humano que es la manera en que terminarán por solventarse los grandes problemas” (cap. 28 pág. 147).
A través de diversos capítulos nos enseña el valor del agradecimiento, de dar ejemplo, de no quejarse, de decir la verdad, de no despreciar los pequeños trabajos, de no rendirse ante los retos de la vida… En definitiva, de vivir plenamente las circunstancias que te tocan vivir, siendo consciente que hay que tener un sano equilibrio entre el optimismo y el realismo.
De los múltiples capítulos del libro me quedo con el titulado “Esperad lo mejor de todo el mundo”. Muchas veces esto es clave en la relación con los demás, cuando uno se queda con la primera apariencia que le dan las personas, cuando uno pone etiquetas sobre lo que puede esperar de los demás, pierde mucho, se pierde a la persona. La persona necesita tiempo para darse a conocer, y está en nuestra mano descubrir que es lo que nos quiere regalar. Como dice el autor “si esperas el tiempo suficiente, la gente te sorprenderá y te impresionará”. Todos somos un regalo para los demás, y los demás para nosotros.
El libro aporta muchas claves para vivir la vida como docente, y además me ayuda a valorar la vida. Desde aquí lo recomendamos a todas las personas que están en contacto con la docencia y a aquellas que ya no tienen ningún sentido para seguir viviendo.
Reseña bibiográfica:
Título: La última lección
Autor: Pausch, Randy con Jeffrey Zaslow.
Editorial: Grijalbo.
Nº de páginas: 234 páginas.
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