lunes, 7 de febrero de 2011

Trastornos cualitativos de las funciones comunicativas en personas con autismo.


Considerando la comunicación como una conducta de relación que posee 3 propiedades esenciales.

-    La comunicación es una actividad intencionada, o propositiva de relación.

-    Se trata de una relación que se refiere a algo (tiene un tema, es decir, es acerca de algo)


-    Se realiza mediante significantes (mediante signos) y no por medio de actos instrumentales, tales como los que se realizan con los objetos.

En un patrón de desarrollo normalizado, las conductas propiamente comunicativas, que poseen estas 3 propiedades, se desarrollan en su totalidad en el cuarto estadio del periodo sensoriomotor, cuando empiezan a tener relaciones intencionadas, intencionales y significantes con las personas. Estas pueden cumplir diversas funciones, pero hay 2 que sobresalen por su importancia:

a)  La función de cambiar el mundo físico o conseguir algo de él.

b) La función de cambiar el mundo mental de compañero de interacción, compartiendo con él una experiencia interna.

Sin embargo, los niños con TEA, no piden objetos o situaciones, ni muestran cosas o acontecimientos para compartir con otros su experiencia sobre ellos.

Si adquieren en algunos casos en momentos posteriores del desarrollo la capacidad de pedir. Pero las funciones comunicativas que buscan compartir el mundo es mucho más difícil que se den.

Distinguimos en esta dimensión comunicativa 4 niveles:


1. Ausencia de comunicación, entendida como “cualquier clase de relación intencionada con alguien, acerca de algo, que se realiza mediante empleo de significantes”.

2. La persona realiza actividades de “pedir” mediante “conductas de uso instrumental de personas” pero sin signos. Es decir, “pide” llevando de la mano hasta el objeto deseado pero no puede hacer gestos o decir palabras para expresar sus deseos. De este modo, tiene conductas con dos de las propiedades de comunicación (son “intencionadas” e “intencionales”) pero sin la tercera (no son “significante”).


3. Se realizan signos para pedir: pueden ser palabras, gestos “suspendidos”, símbolos aprendidos en programas de comunicación. Etc. Sin embargo, sólo hay comunicación para cambiar el mundo físico, es decir, no se busca compartir el mundo.

 4. Empleo de conductas comunicativas de declarar, comentar, etc., que no sólo buscan cambiar el mundo físico. Sin embargo, suele haber escasez de declaraciones capaces de “cualificar subjetivamente la experiencia” (es decir, referidas al propio mundo interno) y la comunicación tiende a ser poco recíproca y poco empática.

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