Las perspectivas de tratamiento de los pacientes con esquizofrenia han mejorado notablemente gracias al desarrollo de una serie de medicamentos e intervenciones psicosociales.
Hoy en día se han emprendido nuevas investigaciones para encontrar tratamientos más inocuos y eficaces. Tres son los componentes principales que conforman el tratamiento de la esquizofrenia:
v Fármacos, para aliviar los síntomas y evitar las recaídas. Los nuevos fármacos antipsicóticos controlan mejor los síntomas del trastorno, al tiempo que tienen menos efectos secundarios estigmatizantes.
v Enseñanza e intervenciones psicosociales, para ayudar a los pacientes y sus familiares a resolver problemas, hacer frente al estrés, afrontar la enfermedad y sus complicaciones.
v Rehabilitación social, para ayudar a los pacientes a reintegrarse en la comunidad y recuperar la actividad educativa y laboral.
v La psicoeducación y otras intervenciones psicosociales ayudan al paciente y a sus familiares a manejar el trastorno de manera más efectiva, a reducir la disfunción social y laboral y a conseguir la reintegración social.
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