domingo, 30 de enero de 2011

ALTERACIONES NEUROLÓGICAS EN LOS TGDs


   Según el DSM IV (Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales), los trastornos generalizados del desarrollo se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados.

   Bajo esta denominación se incluye el Trastorno de Espectro Autista, El Trastorno de Rett,  El Trastorno Desintegrativo infantil, el Trastorno de Asperger y el Trastorno
Generalizado del Desarrollo no especificado.

   El Autismo, como se denominó en un principio por Leo Kanner en 1943, es una alteración del desarrollo que desemboca en un trastorno neurológico incapacitante de por vida y que afecta aproximadamente a 1-2 niños de cada 1000 nacimientos.

   En esta entidad patológica, encontramos una gran cantidad de manifestaciones neurológicas y de la conducta, que representan una serie de alteraciones anatómicas tanto en el sistema nervioso central como fuera de él. Suele acompañarse de otros desórdenes patológicos como epilepsia, fragilidad del cromosoma X, esclerosis tuberosa y fenilcetonuria (Folstein 1977,1991).

   Sabemos actualmente que el TEA (Trastorno de Espectro Autista), es un tras trastorno de base genética, quizá oligogénica, en el que puede que intervengan varios genes, se barajan un número de 5 y que quizá afecten a varios cromosomas. Que reencuentra recogido dentro de los TGD (Trastornos Generales del Desarrollo), junto con otros trastornos como el Trastorno de Rett , El Trastorno de Asperger o El Trastorno Desintegrativo Infantil. En todos ellos, se comparten unas alteraciones cualitativas asociadas a algún grado de discapacidad intelectual y a otras enfermedades neurobiológicas (encefalitis, fenilcetonuria, esclerosis tubulosa,…)

   No existe una cura para esta entidad patológica, aunque algunas medidas terapéuticas pueden mejorar su sintomatología. Actualmente, se están realizando estudios géticos para encontrar los genes responsables, con lo que se podría entrever la instauración de un tratamiento farmacológico como en el caso de la esquizofrenia o del Parkinson.
El autismo o TEA, carece de entidades etiológicas únicas y actualmente se sabe que no es solamente un problema psicológico. Con frecuencia se puede acompañar de discapacidad intelectual y de otros trastornos del desarrollo como malformaciones del pabellón auricular.

   Una de sus características, es que es un trastorno orgánico como así lo atestiguan la plétora de trabajos realizados a partir de la década de los 50 sobre alteraciones estructurales que se observan en el sistema nervioso central. Se describen alteraciones morfológicas y volumétricas con resonancia magnética nuclear en las tres grandes divisiones del en céfalo: cerebro, cerebelo y tronco del encéfalo.




                                     

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