lunes, 28 de febrero de 2011

ESCUCHA


ESCUCHA.
Cuando te pido que me escuches
y tú empiezas a darme consejo,
no has hecho lo que te he pedido.

Cuando te pido que me escuches
y empiezas a decirme que no debería sentirme así,
estás ignorando mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y sientes que debes hacer algo
para solucionar mis problemas,
me has fallado, por extraño que te parezca

¡Escúchame!
Todo lo que te pedí era que me escucharas,
no que hables o que actúes, tan sólo que me escuches.

Los consejos son baratos, y esto lo puedo hacer solo.

No estoy indefenso, quizás desanimado y titubeante,
pero no indefenso.

Cuando haces algo por mí que yo podría y debería hacer por mí mismo,
contribuyes a mi miedo y debilidad.

Pero cuando aceptas, como un hecho simple,
que siento lo que siento, sin importar cuán irracional sea,
entonces puedo dejar de intentar convencerte.

Y puedo continuar la tarea de comprender
qué hay tras este sentimiento irracional.

Y cuando queda claro,
las respuestas son obvias y no necesito consejo.

Por lo tanto, por favor escúchame.

Y si quieres decir algo, espera tu turno,
un minuto, y yo te escucharé.
ANÓNIMO

domingo, 27 de febrero de 2011

LA ESCUELA INCLUSIVA, UN RETO NO MUY CLARO


Desde el punto de vista actual, la inclusión es un concepto idílico, y hacia el que es necesario caminar para conseguir  una escuela para todos, en la que todos puedan asistir con sus vecinos, en su entorno natural, sin tener que desplazarse por causa de su discapacidad a un centro donde se atiendan sus necesidades de manera específica (centro de educación especial).
Tal vez estemos viviendo un momento de transito, de cambio profundo en el concepto de qué es educar, en el cual las capacidades intelectuales no primen sobre el resto de las dimensiones de la persona.
Un momento en el que sea valorada la diversidad como un valor, y no cómo un handicap para el resto de los alumnos que tienen que convivir con ella en clase.
Pero para conseguir esto, se tiene que dar un cambio total de mentalidad, no sólo en la escuela, sino en la sociedad que demanda a la escuela que prepare a los individuos de una determinada manera para integrarse en ella.
Y el cambio, que se debe producir en la escuela también, debe abarcar toda la comunidad educativa, la cual debe implicarse en construir una educación para todos, en igualdad de oportunidades.
Si la escuela tiene que preparar al niño para afrontar los retos de la sociedad, para que se desarrolle plenamente como persona, debemos enseñarle a convivir con la diversidad, a apoyar a aquel que lo necesita, a socializarse con todos, a buscar lo positivo del otro, a ver la realidad de diferentes maneras, a descubrir la riqueza de la persona, no sólo por lo que pueda hacer esta, sino por ser persona.
Y esto implica necesariamente un cambio de metodologías, un currículo más abierto y flexible, una evaluación adaptada a cada alumno en la que se valora el progreso global del mismo, una flexibilidad en la organización del centro,  que  éste responda a las demandas planteadas por todos sus alumnos. Unos recursos materiales apropiados, así como recursos humanos que apoyen a todos los alumnos en las dificultades que puedan ir surgiendo durante su proceso de escolarización.
Desde el punto de vista teórico esto puede llevarse a cabo, pero la realidad de la escuela difiere mucho de lo que se plantea en la inclusión. Tenemos una escuela con ratios muy altas, en las que la mayoría de las veces los profesionales no pueden materialmente abarcar todas las necesidades que les plantean sus alumnos.
Tenemos unos padres poco colaboradores y muy críticos con la escuela, que muchas veces apoyan poco a sus hijos, y que ponen demasiada presión sobre los maestros.
Además los maestros  en muchas ocasiones están saturados, poco reconocidos por la sociedad, con poca formación para afrontar los nuevos retos, y esto repercute en que muchas experiencias de  integración no se hayan sido positivas, produciéndose una gran frustración por parte del docente, que se encuentra sin estrategias para determinados comportamientos que repercuten negativamente en el grupo.
Todo esto dificulta sobre manera el cambio que es necesario que se produzca en la educación para poder llevar a cabo una escuela inclusiva.
Por tanto aunque el concepto de educación especial y la atención a las personas con discapacidad ha pasado de ser una modalidad paralela del sistema educativo a encontrarse inmersa y explicita dentro del mismo, según lo recoge la LOE, la realidad es que contamos con una organización muy rígida, con unos recursos materiales adecuados pero insuficientes, y con escasos recursos humanos para poder dar una adecuada respuesta educativa a cada uno de los alumnos.
 Además la LOE introduce el término de necesidades específicas de apoyo educativo, queriendo recoger a través de esta terminología cualquier tipo de necesidad educativa que surge fruto de la discapacidad, de la historia personal o escolar del alumno, de las dificultades de aprendizaje, de la inadaptación social, de los trastornos del desarrollo, de los trastornos de conducta, de la sobredotación intelectual... Enfatizando por tanto, que el aprendizaje tiene un carácter interactivo, y se debe tener en cuenta las características del alumno, el entorno educativo, el entorno social, es decir  tanto causas intrínsecas como causas extrínsecas  producen necesidades educativas. Por tanto el aprendizaje del alumno va a estar marcado por la respuesta educativa que se le ofrece. Así, cobra especial importancia la adopción de medidas por parte de los centros para no intensificar aún más las dificultades de aprendizaje.
A pesar de todo, creemos que el objetivo de nuestra escuela actual es abrir camino hacia la escuela inclusiva, donde la individualización y la personalización de la enseñanza sea un hecho, y para ello hacen falta grandes dosis de creatividad y muchas ganas de luchar por lo que se cree: “Cada persona tiene derecho a conseguir un desarrollo óptimo de acuerdo a sus posibilidades”.

sábado, 26 de febrero de 2011

CARACTERÍSTICAS DE UN AULA INCLUSIVA


§   Si se valoran las necesidades educativas de todos los alumnos.
§   Si se busca el desarrollo personal y social como algo tan importante como el desarrollo cognitivo. Así se deben recoger no sólo actividades para el desarrollo cognitivo, sino para el desarrollo de la autoestima, de la inteligencia emocional…
§   Hay diseño de situaciones de aprendizaje significativas para el alumno, desde el punto de vista funcional, pudiéndose aplicar estas en otros contextos.
§   Se utilizan medios audiovisuales e informáticos que permiten ampliar la información de cada uno de los alumnos y además despiertan el interés de los mismos.
§   Se planifica la enseñanza para que el aprendizaje se produzca a través de la colaboración con los compañeros. Esto produce que el ACNEE se sienta incluido dentro del grupo.
§    Coordinación de objetivos de enseñanza, métodos y criterios de evaluación entre todos los profesores.
Por tanto, estar en la escuela no basta, sino que el alumno tiene que desenvolverse con la máxima libertad posible y poder participar activamente en el aula, y esto se conseguirá:
§   Creando entornos físicos adecuados.
§   Con grupos interactivos.
§   Acomodando y posibilitando una provisión de recursos materiales idóneos.
§   Disponiendo de una serie de recursos personales.
§   Estableciendo un marco funcional y didáctico, un marco donde todos participen. Debemos adaptarnos al tiempo de respuesta de cada alumno para que puedan intervenir.
Por tanto en el aula debe haber:
§   Clima social de respeto a las diferencias.
§   Tareas de ayuda mutua y cooperación: Actividades en grupo.
§   Oportunidades frecuentes de reflexión conjunta e individual, no realizándose las tareas sólo porque lo diga el profesor, sino que en la evaluación y planificación de la tarea participen los alumnos.
§   Actividades colectivas y solidarias.
§   Variedad de recursos para que cada alumno de acuerdo a sus características, utilice el recurso que más se adecue a ellas.

viernes, 25 de febrero de 2011

LA IDEA DE INCLUSIÓN SEGÚN DISTINTOS AUTORES


Según Gartnet  (1996) la inclusión implica:
o    Atender a todos los alumnos en el aula.
o    Comprender a todos los alumnos
o    Escucharles
o    Responder a sus necesidades, intereses, características y potencialidades.
Clough(1999): “Si un alumno no puede acceder al currículo, esto significa que el currículo no es adecuado”
López Melero (1995): “Educar en la diversidad no se basa en la adopción de medidas excepcionales para personas con necesidades educativas especiales, sino en la adopción de un currículo que facilite el aprendizaje de todos los alumnos en su diversidad”
Artur Parcerisa Aran; “Es más fácil aceptar que cada alumno es distinto que tratar educativamente esas diferencias y ayudar a que enriquezcan el proceso enseñanza-aprendizaje”.

jueves, 24 de febrero de 2011

La discapacidad y los padres.


De unos años a esta parte ha habido un cambio en el enfoque con respecto al tema de la familia.
En un principio el enfoque que se planteaba era que el centro de la familia era el hijo con discapacidad, el cual tenía una serie de necesidades y se debía ver como la familia respondía a esas necesidades.
Sin embargo, en los últimos años ha habido un cambio de enfoque. Considerando que la familia es un núcleo que existe antes de que exista el niño con discapacidad, y que es en ella una vez formada en la que nace un niño con discapacidad, debemos considerar como afecta este nacimiento a este grupo ya formado. Es decir, será esta manera de entender el suceso que ha acontecido la que determine como interactuar con la familia del niño con  discapacidad.
Existe un hecho objetivo, que es una reacción ante este nacimiento. A pesar de que cada vez hay más familias que voluntariamente acogen o adoptan a niños con discapacidad, lo normal no es que este hecho se acepte desde un primer momento, sino por el contrario haya un rechazo hacia el nacimiento de este hijo con discapacidad que no era lo esperado.
La persona, en general, se enfrenta ante hechos que producen una reacción dependiendo de las experiencias vividas, las expectativas, las creencias.  Realmente la persona no reacciona de una manera objetiva ante hechos objetivos. Y esto es aplicable al nacimiento de un hijo con discapacidad, que también será filtrado por las experiencias, las expectativas, las creencias, provocando que las reacciones de las familias que tienen que afrontar este hecho sean distintas.
Esto significa que debemos partir de las expectativas que tenían los padres cuando iban a tener ese hijo.
Estas expectativas son comunes a la mayoría de los padres, son:
·    Que el hijo que esperan sea “normal”, es decir que tenga todas son capacidades, o lo que es lo mismo que no tenga discapacidad.
·    Desean realizarse, esta es la principal razón de tener hijos, ya que se considera que la paternidad es una parte muy importante de la realización de la persona.
·    Desean una descendencia, es decir, una continuidad.

Estas tres expectativas, se rompen ante el nacimiento de un hijo con discapacidad.
·       La expectativa de un hijo “normal” se rompe de manera drástica, tajante y repentina.
·      Igualmente se destruye la expectativa de querer realizarse, ya que uno aspira para realizarse a algo mejor, pero con un hijo con discapacidad esto no se puede obtener.  Los padres piensan que no se pueden realizar en sus hijos, debido a que su afán de mejorar su realidad no lo pueden conseguir en un hijo con discapacidad.
·      Con respecto a la expectativa de la continuidad, los padres sienten que su hijo con discapacidad no va a poder continuar su descendencia.