jueves, 24 de febrero de 2011

La discapacidad y los padres.


De unos años a esta parte ha habido un cambio en el enfoque con respecto al tema de la familia.
En un principio el enfoque que se planteaba era que el centro de la familia era el hijo con discapacidad, el cual tenía una serie de necesidades y se debía ver como la familia respondía a esas necesidades.
Sin embargo, en los últimos años ha habido un cambio de enfoque. Considerando que la familia es un núcleo que existe antes de que exista el niño con discapacidad, y que es en ella una vez formada en la que nace un niño con discapacidad, debemos considerar como afecta este nacimiento a este grupo ya formado. Es decir, será esta manera de entender el suceso que ha acontecido la que determine como interactuar con la familia del niño con  discapacidad.
Existe un hecho objetivo, que es una reacción ante este nacimiento. A pesar de que cada vez hay más familias que voluntariamente acogen o adoptan a niños con discapacidad, lo normal no es que este hecho se acepte desde un primer momento, sino por el contrario haya un rechazo hacia el nacimiento de este hijo con discapacidad que no era lo esperado.
La persona, en general, se enfrenta ante hechos que producen una reacción dependiendo de las experiencias vividas, las expectativas, las creencias.  Realmente la persona no reacciona de una manera objetiva ante hechos objetivos. Y esto es aplicable al nacimiento de un hijo con discapacidad, que también será filtrado por las experiencias, las expectativas, las creencias, provocando que las reacciones de las familias que tienen que afrontar este hecho sean distintas.
Esto significa que debemos partir de las expectativas que tenían los padres cuando iban a tener ese hijo.
Estas expectativas son comunes a la mayoría de los padres, son:
·    Que el hijo que esperan sea “normal”, es decir que tenga todas son capacidades, o lo que es lo mismo que no tenga discapacidad.
·    Desean realizarse, esta es la principal razón de tener hijos, ya que se considera que la paternidad es una parte muy importante de la realización de la persona.
·    Desean una descendencia, es decir, una continuidad.

Estas tres expectativas, se rompen ante el nacimiento de un hijo con discapacidad.
·       La expectativa de un hijo “normal” se rompe de manera drástica, tajante y repentina.
·      Igualmente se destruye la expectativa de querer realizarse, ya que uno aspira para realizarse a algo mejor, pero con un hijo con discapacidad esto no se puede obtener.  Los padres piensan que no se pueden realizar en sus hijos, debido a que su afán de mejorar su realidad no lo pueden conseguir en un hijo con discapacidad.
·      Con respecto a la expectativa de la continuidad, los padres sienten que su hijo con discapacidad no va a poder continuar su descendencia.

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