jueves, 24 de marzo de 2011

FARMACOS EN EL TRATAMIENTO DE LA ESQUIZOFRENIA


Los fármacos que se emplean actualmente para tratar la esquizofrenia se dividen en dos grupos:

  • Antipsicóticos Convencionales ( denominados anteriormente neurolépticos)

  • Nuevos antipsicóticos (también denominados de Segunda Generación o Antipsicóticos “Atípicos

Los primeros antipsicóticos se introdujeron en la práctica clínica a comienzos y a mediados de los años cincuenta. El término “estándar” o “ tradicional” se emplea para referirse a todos los antipsicóticos anteriores a  la Clozapina. Antiguamente se les denominaba Neurolépticos, porque tenían efectos secundarios característicos sobre el sistema motor extrapiramidal, los pacientes tenían dificultad para moverse con agilidad o por el contrario la sensación de no poder estarse quietos, a veces aparecían movimientos anormales o temblores en distintas partes del cuerpo( distonía, parkinsonismo, discinesia y acatisia). Estos fármacos resultan útiles para reducir y a, veces, eliminar los síntomas positivos de la esquizofrenia, como trastorno del pensamiento, alucinaciones e ideas delirantes. También alivian síntomas asociados, como agitación, impulsividad y agresividad. Lamentablemente no son eficaces a la hora de disminuir los síntomas negativos de la esquizofrenia, como la apatía, el retraimiento social y el empobrecimiento del pensamiento. El uso a largo plazo de este tipo de fármacos también reduce  el riesgo de recaídas.

Actualmente se están desarrollando nuevos medicamentos que actúan sobre una variedad mayor de receptores cerebrales, entre los que se incluyen los receptores serotonienérgicos y los dopamienérgicos. Estos nuevos fármacos, a los que se les denomina de segunda generación, nuevos o (atípicos), resultan eficaces cuando fracasan los antipsicóticos convencionales.

Los efectos secundarios de los otros antipsicóticos de segunda generación son aumento de peso, estreñimiento y sedación. También se ha observado que algunos de estos fármacos causan síntomas extrapiramidales si se administran en dosis elevadas.

Cuando un paciente, tras un periodo de prueba adecuado  duración y dosis  , responde o es mínima  su respuesta, los médicos aumentan la dosis, cambian de medicamento o combinan mas de un fármaco.

Como la esquizofrenia suele ser un trastorno crónico, mantener la adherencia al tratamiento durante mucho tiempo se convierte en uno de los aspectos más  difíciles  del mismo.

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